El Futuro de la Energía Renovable en El Salvador: ¿Estamos listos para el cambio?
- Ing. Eder Guillen
- 11 sept
- 3 Min. de lectura

El Salvador se encuentra en un punto de inflexión en su camino hacia un sistema energético más sostenible, y las energías renovables están llamadas a ser protagonistas. Aunque el país ha avanzado en el uso de fuentes limpias como la geotermia y la hidroeléctrica, aún queda mucho por hacer para lograr una matriz energética verdaderamente sostenible, resiliente y asequible para todos.
¿Dónde estamos hoy?
Actualmente, El Salvador genera más del 60% de su energía a partir de fuentes renovables. La geotermia y la energía hidroeléctrica han sido históricamente los pilares del sistema. En los últimos años, también han tomado fuerza la solar fotovoltaica y, en menor medida, la energía eólica.
Esto ha permitido reducir la dependencia de combustibles fósiles importados, disminuyendo la vulnerabilidad ante la volatilidad de precios internacionales y contribuyendo a la reducción de emisiones de CO₂.
¿Qué oportunidades hay para crecer?
Mayor inversión privada y extranjera: El marco regulatorio se ha ido flexibilizando para permitir inversiones en generación distribuida y plantas solares de mediana escala.
Innovación tecnológica: Hoy en día existen paneles solares más eficientes, baterías con mayor capacidad de almacenamiento y redes inteligentes que permiten una mejor gestión de la energía.
Democratización energética: La posibilidad de que hogares, comercios e industrias generen su propia energía a través de techos solares abre un nuevo escenario de empoderamiento energético.
Alianzas público-privadas: El sector privado está asumiendo un rol más protagónico en proyectos de eficiencia y generación renovable.
¿Cuáles son los desafíos?
Infraestructura eléctrica obsoleta: Muchas subestaciones, líneas de distribución y sistemas de monitoreo requieren modernización para manejar flujos bidireccionales de energía y fuentes intermitentes como la solar.
Baja penetración en el sector industrial: Aunque la energía solar se ha masificado en residencias y pequeños comercios, la industria aún tiene barreras para adoptar sistemas de autogeneración o eficiencia energética por falta de incentivos claros.
Educación y cultura energética: Aún falta conciencia general sobre los beneficios a largo plazo de la transición energética.
¿Estamos listos para el cambio?
La respuesta es corta: sí, pero necesitamos acelerar el paso. El país tiene recursos naturales, talento técnico, proveedores especializados y empresas como Energy, que están liderando el proceso de transformación energética.
Desde Energy estamos comprometidos con apoyar esta transición, no solo con tecnología de punta, sino también con capacitación, acompañamiento técnico y soluciones adaptadas a la realidad salvadoreña. Ya hemos acompañado a industrias, instituciones públicas y empresas del sector comercial a implementar soluciones renovables y eficientes.
Además, sabemos que el crecimiento del sector solar debe ir de la mano con buenas prácticas de instalación, pruebas y verificación. Por ello, muchas ingenierías y técnicos han comenzado a apoyarse en herramientas de prueba avanzadas para asegurar que sus instalaciones fotovoltaicas funcionen correctamente desde el primer día. Herramientas como las maletas multifunción de prueba para sistemas fotovoltaicos, desarrolladas por marcas como Metrel, están ayudando a elevar los estándares de calidad en el país.
¿Qué puede hacer una empresa desde hoy?
Realizar un estudio de factibilidad para instalar sistemas fotovoltaicos.
Evaluar el uso de termografía y detección de fugas para reducir pérdidas energéticas.
Medir su huella de carbono y comenzar un plan de descarbonización.
Apostar por tecnologías limpias como bancos de baterías, variadores de frecuencia o iluminación LED inteligente.
Una transición energética justa y competitiva
La energía renovable no solo es un asunto ambiental. También es una cuestión de competitividad económica, autonomía energética y responsabilidad social. Las empresas que tomen la delantera en esta transición estarán mejor posicionadas en un mercado que cada vez valora más la sostenibilidad.
