Tendencias en Infraestructura Eléctrica para el 2025: ¿Qué viene en el sector?
- Ing. Alfredo Quintanilla
- 11 sept
- 4 Min. de lectura

AES El Salvador anunció sus proyectos de inversión para el 2023 y los próximos años, en un plan de expansión del servicio de distribución eléctrica a nivel nacional y que incluye, entre otras cosas, una renovación de hasta 62,000 medidores de energía.
De acuerdo con los representantes de la empresa eléctrica, solo para el año en curso, la inversión que se proyecta alcanzaría hasta unos $52 millones, la cual se destinará, específicamente, en puntos como la modernización y la expansión de la red eléctrica.
Además de estos municipios, entre los que están Apaneca, Ataco o Nahuizalco, también se estudia la posibilidad de emplear un cableado de este tipo en la cabecera departamental de Santa Ana.
Asimismo, AES indicó que también en la zona de Surf City 2 se comenzará la implementación de cableado subterráneo similar al que ya se está desarrollando en San Salvador, sin embargo, no hubo datos sobre los costos de ese proyecto en específico o la fecha en que se completará.
El otro eje en el que se enfocará la inversión para este año corresponde a la del área de digitalización, tecnología y automatización.
Construcciones residencial verticales
En construcciones verticales en El Salvador, las instalaciones eléctricas deben seguir regulaciones y normas de seguridad específicas para garantizar la seguridad de los habitantes y la integridad del edificio. Estas instalaciones incluyen la acometida, la distribución de energía a los distintos niveles, la protección contra sobretensiones y cortocircuitos, y la implementación de sistemas de emergencia.
Elementos clave en las instalaciones eléctricas verticales:
Acometida:
La conexión principal del edificio a la red eléctrica, que debe estar protegida y dimensionada adecuadamente, aquí se contemplan, transformadores de distribución tipo poste y Padmounted, cortacircuitos y pararrayos para la protección de la acometida y las instalaciones residenciales.
Cuadro general de protección:
Un cuadro que protege la instalación contra sobretensiones y cortocircuitos, con interruptores diferenciales para mayor seguridad.
Cuadro general de distribución:
Un cuadro que distribuye la energía a los distintos niveles del edificio, con subcuadros para cada planta o área.
Cables y conductores:
Se deben usar cables y conductores de calidad, dimensionados según la carga a la que estarán sometidos, y con la protección adecuada para evitar cortocircuitos.
Sistemas de emergencia:
Se deben instalar sistemas de emergencia, como grupos electrógenos o baterías, para garantizar la continuidad del suministro en caso de fallo de la red.
Toma de tierra:
Es fundamental una toma de tierra adecuada para proteger a los usuarios de descargas eléctricas y para asegurar el correcto funcionamiento de la instalación.
Iluminación:
La iluminación debe ser adecuada para cada área, considerando la altura del edificio y las necesidades de los usuarios.
Seguridad:
La seguridad de los operadores debe ser primordial, incluyendo el uso de equipo de protección personal y la desconexión de la energía antes de realizar cualquier trabajo.
Normas y regulaciones:
Las instalaciones deben cumplir con las normas y regulaciones eléctricas de El Salvador, como la normativa de baja tensión.
La digitalización de la red eléctrica, en pocas palabras, es la aplicación de tecnologías digitales y de comunicación a todos los componentes de un sistema eléctrico, desde la generación hasta el consumo, para optimizar su funcionamiento, aumentar la eficiencia y mejorar la gestión.
En detalle:
La digitalización de la red eléctrica implica:
Obtención y gestión digital de datos:
La red eléctrica recopila información de diversos equipos y componentes, como sensores en los transformadores, medidores inteligentes en los hogares, y sistemas de control en las centrales eléctricas, y la procesa y gestiona de forma digital.
Automatización:
La digitalización permite automatizar tareas como la lectura de medidores, el control de la distribución de energía, y la respuesta a fallos en la red.
Integración de tecnologías:
La digitalización utiliza tecnologías como la Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), el Big Data, y la blockchain, entre otras, para mejorar la gestión de la red.
Optimización:
La digitalización permite optimizar la eficiencia energética, reducir pérdidas, mejorar la gestión de la demanda, y facilitar la integración de energías renovables.
Mayor participación del consumidor:
Permite a los consumidores monitorear su consumo, gestionar su demanda, y participar en la gestión de la red a través de sistemas de respuesta a la demanda.
Beneficios clave de la digitalización:
Mayor eficiencia:
La digitalización permite optimizar el uso de la energía y reducir pérdidas, lo que a su vez contribuye a la sostenibilidad.
Mayor flexibilidad:
La digitalización permite adaptar la red eléctrica a las nuevas necesidades y a la integración de nuevas fuentes de energía, como las renovables.
Mayor seguridad:
La digitalización permite un mejor control y respuesta a incidentes en la red, lo que aumenta la seguridad y la confiabilidad del suministro.
Mayor sostenibilidad:
La digitalización facilita la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible, al permitir una mejor gestión de las energías renovables y reducir las emisiones.
Las transiciones hacia energías limpias implican un gran aumento de la demanda de electricidad y la implantación generalizada de energías renovables variables, como la eólica y la solar, lo que impone mayores exigencias a las redes eléctricas. Las tecnologías de redes inteligentes pueden ayudar a gestionar esta transición, reduciendo la necesidad de nuevas y costosas infraestructuras de red, y también pueden contribuir a que las redes sean más resilientes y fiables.




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